Un logro grande es que la gente ya no me detecta como extranjera por mi accento. Unas veces me gritaron porteña, después me dicen, ah, vos no sos de Misiones,... Y otras veces hay inconvenientes también. A las 7 en la tarde supuestamente ningún extranjero usa el colectivo interurbano para cruzar la frontera de Encarnación (Paraguay) a Posadas. Como yo estaba muy cansada cerré los ojos, y los que trabajan en la aduana parecen que ya también estaban cansados y ya ni controlaron. A mitad de puente abrí mis ojos y caí que me falta mi sello en el pasaporte. El chofer tranquilo dijó, ah bueno, tenés que volver no más, bajáte acá. :/
No me quedaba otra, ni peatonal había pero bueno, corrí los dos kilómetros de vuelta para una estampilla y esperé hasta que llegue otro colectivo. Pensaste! Por suerte me llevaron dos mujeres en su auto, ya que el tiempo se me estaba yendo, y tenía que estar supuestamente en media hora en la reunión de YFU. En fin y en cabo, pude cruzar, tuve una larga caminata hasta el restorante, pero cansada y atrasada llegué bien y justo para la pizza. ;)
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