Montag, 23. März 2015

Viaje inolvidable

Suiza/pasante YFU Chile, Polaca/ex-pasante Suiza
Miro por arriba de los techos de Córdoba.
Dejé atrás dos meses increíbles, viajando por toda la Patagonia. Compartí tiempo con gente muy diversa y muy interesante. Hablé sobre muchas temas con gente de diferentes culturas, diferentes edades y diferentes creencias, lo que me hizo reflexionar mucho sobre la vida, las relaciones, la felicidad y me sirvió de ver ciertos aspectos de diferentes puntos de vista.

Gente destacada en mi viaje:

Ushuaia, chavón que tiene su propia agencia de turismo y cada día de su vida es una aventura y un incertidumbre, no sabe si va a tener trabajo o no, pero disfruta con poco cada momento de su vida.

Comodoro:
Una pareja y dos tipos me llevaron en su auto y al ver dos cabras de repente paran, corren detrás de ellos y lo meten en el baúl. Esta es nuestra cena, me dicen. Yo ya estaba por ponerme vegetariana, pero igual no quiero tener que extrañar al asado argentino. Lo único bueno que hizo la cabra, antes de morirse, es que cagó en el baúl.

Amigos del barco:
Una pareja, dos hermanas, una chica y yo comenzamos a charlar en el viaje de 17 horas en barco.
La chica estaba por comenzar una nueva vida en la isla chiloé, viendo a donde la lleva el viento. La pareja partió rumbo al sur todo a dedo después de haber terminado el colegio y los dos hermanos fueron muy buena onda, me llevaron al parque nacional y resulto que eramos todos muy parecidos en cuanto el grado de locura. Nos metimos en cualquier lado al agua, trepamos los árboles y por falta de ternedores comíamos con la boca nada más.

Tía en Santiago:
Una mujer muy fuerte que luchó por el subsidio gobernal para la salud para ayudar a su chiquito de 5 años, que lleva la enfermedad de Leucemia. Por suerte le está yendo todo mejor. Pero admiro la mamá por manejar tan bien la situación y espero que siga siendo tan fuerte.

Santaguinos de vacaciones en la isla chiloé:
Una pareja que me decía, que lo único que ellos querían es estar tranquilo y sin molestias de otras personas. Por haberles preguntado si me llevan, abrieron su corazón y no llevaron solamente a mí sino también a una pareja chilote en el camino que se estaba muriendo de calor. Una constelación muy interesante, tomando en consideración que viven en el mismo país tenían el aspecto y una vida totalmente opuesta.

Un camionero:
Me llevó 20 horas de un lugar al otro y me dejó dormir en el colchón del camión. Tirando chistes sobre diferentes temas por todo el viaje me trató con el mayor respecto, matando mi prejuicio de andar a dedo con camioneros.

Familia anfitriona de una amiga:
La armonía que expresa y el cariño que transmite hace de esta familia una familia increíble.

En Santiago volví a ver mis amigos, que conocí en suiza, durante el viaje, durante mi intercambio y fue hermoso haber vuelto a Santiago y pasado tiempo con ellos.
Cuidar las amistades es lindo, pues sin haber hablado mucho por varios años la alegría de volverse a ver es inmensa.

Una amiga religiosa en Concepción:
Me llevo a una junta de protestantes y realmente me encantó la alegría que expresaron las bailarines, los cantantes y los predicatores. Las palabras que transmitieron llegaron al público y hicieron pensar sobre las actitudes de los seres humanos.

Un amigo en el torres del paine:
Hiperactivo como yo, dijimos que en vez de cagarse de frío sin bolsa de dormir, mejor traspasamos la noche tomando mate y charlando sobre un millón de cosas. A las 4 de la mañana subimos el cerro y disfrutamos de la vista espectacular de los torres en el rojizo del amanecer.

Al respecto del reencuentro con mi familia anfitriona escribí un artículo aparte.

Fueron muchos más, pero como es, uno nunca puede contar todo. Igualmente quiero agradecer a todos los que compartieron conmigo una parte de mi viaje. 

Después de haber disfrutado del viaje, pensado sobre mi fúturo y haber tomado un par de decisiones, me fui a Córdoba a volver en parte a una estructura, darle al viaje otra razón y trabajar de lo que me gusta.

De mi consideración ya me fue bastante bien en mi nueva vida en Córdoba. Claudia me recibió con los brazos abiertos en su departamento, Mauricio, un amigo de tucumán, me mostraba toda la ciudad y me ayudaba en lo que podía.
Más encima ya pude realizar 2 encuentros de voluntarios más una capacitación.
Veo que de a poco vamos construyendo YFU Córdoba :)

Ahora ya estoy en el colectivo hacia Curuzú Cuatiá, ya que una viajera nunca para de viajar. Después de tanto tiempo finalmente me vuelvo a juntar con mi novio allí. Un momento que siempre parecía estar tan lejos y de repente el tiempo igual se fue volando.

Keine Kommentare:

Kommentar veröffentlichen