Vos pensás que trabajar viajando es todo lindo. Te equivocaste! Hay días y días, subidas y bajas.
A veces me resultan las cosas demasiado bien, como cuando llegué a Curuzú, me entrevistaron en la tele, pude hacer dos charlas y conocí gente muy buena onda y más encima volví a ver a Brian después de más de dos meses. En estos momentos podía abrazar a todo el mundo.
Luego hay días donde no resulta nada como previsto y me desmotivo, dudo en lo que hago, lo que quiero en mi futúro y dejo la frustración a mi pobre amor que me aguanta y me motiva. En estos días, donde la gente no me dejó hacer charlas, poca gente asistió a mis reuniones, le está yendo mal a mi abuelo suizo y extraño por no estar con mi mamá en su cumpleaños quiero estar en la pura cama y no hacer nada.
Pero me motivo rápido, empiezo a organizar los próximos proyectos y al llegar a respuestas positivas veo un sentido en seguir. Y de repente sale todo bien otra vez, me invitan a la radio y la tele en corrientes y al haberlo terminado ya me encuentro en el colectivo hacia Buenos Aires, en frente mío comida que me espera y la alegría de poder volver a Buenos Aires y juntarme con mis amigos, mi novio y mi familia.
Hay que levantarse siempre una vez más para que las cosas resulten. :)
Pd. Parece que viajando, sea en avión, tren, colectivo,... tengo los momentos más inspiradores para escribir en mi blog, coleccionar mis ideas y planificar el futuro.

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