Mittwoch, 10. September 2014

Perdido en Buenos Aires

Como una compañera de trabajo, Valentina, estaba de cumpleaños invitó a mucha gente a su casa para celebrarlo. Así que yo tomé el taxi y pensaba en ir también. Resultó más difícil que previsto de encontrar la calle mansilla, ya que hay más de una calle que se llama así. Nos quedábamos buscando el número de la casa por todos lados. El taxista e yo íbamos paseando como una hora y no lo encontrábamos. Menos mal que el taxista tenía buena onda y charlábamos toda la hora. Nunca me he perdido tanto, ni él.

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