Sentirse en cada lugar recibida y imediatamente en casa es un sentimiento muy lindo. Una vez haber dejado tu propio lugar atrás, el gran mundo te da la bienvenida. Gracias a YFU tengo en todos los lugares gente que me espera con los brazos abiertos, que me ayuda en mi trabajo, que comparte risas conmigo y con los cuales paso cortos pero buenos momentos juntos.
Quiero destacar dos momentos del último mes.
Se realizó la PDO (Post Departure Orientation) de 5 chicos que pronto viajarán al exterior. Junto a los cuatro voluntarios, que ya conocí de la orientación del diciembre pasado, viajamos al cerro San Javier para pasar todo un finde en una casa con vista maravillosa a la ciudad de Tucuman. Tal como la orientación anterior el finde fue espectacular; tanto los estudiantes como los voluntarios estaban con toda la motivación hasta llevar a cabo orientaciones hasta las 2 en la madrugada. Después nos quedabamos jugando juegos juntos, ya que ¿cuando más uno se toma el tiempo de disfrutar de los juegos grupales tan simples? Todos dejamos el celular al lado, ya que no hubo ni internet ni por cierto tiempo electricidad. Amo a YFU de regalarme este tiempo que es tan valioso.
Luego de haber pasado por rosario y Salta, recibí un par de días libres para cruzar a Chile y volver a visitar mis familiares anfitrionas (parte del padre anfitrión dd Chile) de Antofagasta.
De paso aproveché de conocer el paso impresionante de los Andes (paso Jama) y el pueblito desértico encantador - San Pedro de Atacama.
Después de la visita breve (relámpago) pero linda no salió todo como esperado, no hubo conexión en San Pedro. Por lo tanto cambié los planes, agarré una bici y recorrí el Valle de la Luna. Un lugar encantador y obviamente lleno de turistas, con los cuales refresqué mi inglés.
Muy cansada y sintiendo el dolor en las piernas caigo a la cama en la casa de un couchsurfer, feliz de haber vivido otra aventura inolvidable.
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