Recién sequé mi cara de las lágrimas, veo pasando al lado mío los edificios altos de Buenos Aires y me acuerdo del hermoso tiempo que pude vivir ahí. Ahora me encuentro en el colectivo a Mendoza y recuerdo los últimos días en Buenos Aires.
El año nuevo lo empecé espectacular. Junto a Brian y una amiga suiza fuimos con una carpa (ojo, una carpa de juguete, porque la nana de Ana, que supuestamente debería habernos dejado la carpa de tres personas, se equivocó) al Camping Delta, que se encuentra en una isla del Delta. Ahí se llevó a cabo una fiesta, organizado de couchsurfing, para celebrar el Año Nuevo. Nos encontramos ahí con un ambiente intercultural, y bailamos, comimos asado y brindamos para un Año 2015 espectacular junto a nuevos amigos de Belgica, brasil, peru, argentina y suiza.
El siguiente día nos quedamos ahí, disfrutando del silencio y de la tranquilidad de la isla.
Por haber hecho un buen grupo de amigos ahí, quedabamos para juntarnos el siguiente día también. Y se cumplió mi deseo de ir a una milonga.
El sábado tuve una linda despedida de mis amigos en Buenos Aires, pero de verdad no entendí que ya me voy. Además tengo pensado en volver en marzo así que no me la despedida no me puso tan triste.
El último día en la oficina me despidieron con pizza y brownies que hicé la noche anterior.
Ahora espero que me salga lo que me propuse en mi viaje al sur.
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